Enero 29, 2025

¿Alguna vez te preguntas por qué la comunión es tan importante para las personas de fe?

Hay una vieja historia sobre un sacerdote anciano y un sacerdote joven que estaban sentados juntos frente a una chimenea. El sacerdote joven le hizo la misma pregunta al sacerdote anciano, su mentor.

El anciano sacerdote se levantó y cogió un atizador para la chimenea. Tomó un pequeño trozo de madera que había estado ardiendo y lo colocó solo. No tardó mucho en enfriarse ese pequeño trozo de madera sin el combustible del resto de la madera.

“La fe es como esta brasa,” dijo el anciano sacerdote. “Como personas de fe, debemos estar en comunión unos con otros para mantener viva nuestra espiritualidad. Sin el otro, nuestra fe se enfría.”

La comunión es una parte importante de vivir nuestra fe católica. ¡No estamos destinados a vivir la vida solos! Las relaciones son una de las cosas más importantes de nuestra vida. Y son especialmente importantes nuestras relaciones con otros cristianos. Somos hermanos y hermanas en Cristo. Esta es una distinción especial que va más allá de la amistad. Los vínculos que los creyentes desarrollan son un nivel de cercanía que va más allá de una amistad típica. Es la comunión bíblica.

Es reconfortante saber que no estamos destinados a transitar la vida solos. Jesús dejó en claro que necesitamos el amor y el apoyo de otros cristianos en todas las etapas de la vida. Así es como mantenemos viva nuestra fe.

Por eso también la misa dominical en Mercy Home es una parte tan vital de la comunidad de fe de Chicago, especialmente en estos tiempos modernos en los que más personas que nunca dicen sentirse desconectadas de los demás. A través de nuestra transmisión, quienes están enfermos o confinados en sus hogares pueden compartir el culto con otros en sus propias salas de estar. Cada semana formamos un grupo de decenas de miles. ¡Qué bendecidos somos y qué maravillosa fuente de oración y consuelo espiritual podemos brindarnos unos a otros!

Así que, mientras compartes nuestro culto este mes, te pido que pienses en los miles de personas más que están contigo cantando y orando. Tu apoyo espiritual es una bendición en tu vida, así como el tuyo es una bendición en la de ellos. ¡Que Dios te bendiga este mes!