Enero 6, 2025

A finales de este mes, el 31 de enero, celebramos la festividad de San Juan Bosco.

Juan nació en 1815 en Italia, hijo de campesinos pobres. Cuando tenía tan solo dos años, su padre falleció y su madre luchaba por llegar a fin de mes. En cuanto pudo, Juan empezó a trabajar para ayudar a su madre. Desde muy joven, Juan deseaba ser sacerdote. Sin embargo, nunca le contó a su madre sus sentimientos porque la educación sería demasiado costosa para su familia. Pero con la ayuda del padre José Cafasso, que más tarde fue canonizado como santo, Juan entró en el seminario.

Allí aprendió diversos oficios, como carpintería, agricultura, cocina y zapatería. Más tarde, utilizaría estas habilidades para ayudar a los jóvenes a construir una vida mejor.

A los 26 años, en 1841, John fue ordenado sacerdote. El padre Bosco, o Don Bosco como lo llamaban, comenzó su ministerio con jóvenes sin hogar. Les enseñó los oficios que aprendió mientras estaba en el seminario y pronto abrió el Oratorio de San Francisco de Sales para niños, donde los jóvenes podían vivir y aprender oficios valiosos. A mediados de la década de 1850, más de 150 niños vivían en el Oratorio. Con el tiempo, el padre John agregó una imprenta para fomentar la educación vocacional, que era de su interés. Mientras instruía a los niños, les brindaba educación religiosa y los alentaba a recibir los santos sacramentos.

Con la ayuda de otros sacerdotes, fundó la Orden de los Salesianos, que ahora es una comunidad de sacerdotes católicos en honor a San Francisco de Sales. En 1871, el padre Juan amplió su misión al fundar una orden religiosa salesiana de mujeres llamada Hijas de María Auxiliadora para cuidar de las niñas.

Juan Bosco falleció el 31 de enero de 1888 y fue canonizado como santo en 1934 por el Papa Pío XI.

San Juan vio una necesidad cuando se encontró con jóvenes huérfanos, pobres y con problemas. Les ofreció disciplina amorosa, educación, habilidades para mantenerse a sí mismos y una familia. Su ministerio continúa hoy.

En Mercy Home, tratamos de seguir sus buenas obras al acoger a jóvenes que necesitan apoyo para construir un futuro mejor para sí mismos. Como San Juan Bosco, inculcamos a nuestros niños y niñas la importancia del trabajo duro y la determinación. Gracias a amigos cariñosos, nuestros jóvenes tienen una segunda oportunidad.

Ten la seguridad de que toda la familia de Mercy Home rezará por ti en este Enero. ¡Feliz Año Nuevo!