Octubre 30, 2024

David estaba acostumbrado a no encajar. Tal vez fuera porque la ropa usada a menudo estaba sucia y le quedaba pequeña. Tal vez era que nunca dejaba que nadie viera dónde vivía. O tal vez era porque David estaba tan avergonzado por la situación de su familia que no hablaba mucho con nadie.

Fuera lo que fuese, David sentía que destacaba como un pulgar dolorido dondequiera que iba. Crecer en un barrio pobre significaba que nadie a su alrededor tenía mucho dinero, pero incluso entre las familias del barrio, la suya estaba en una situación especialmente difícil.

Su padre se fue hace años y su madre tenía una enfermedad crónica, lo que significaba que estaba demasiado enferma para trabajar.

Como consecuencia, la familia se mudaba mucho y vivía en lugares abandonados, a menudo infestados de insectos y, a veces, sin electricidad ni agua corriente.

Y, aunque lo hicieran, nunca duraba mucho porque su madre no pagaba las cuentas. Ninguno de esos lugares se sentía como un hogar para David.

En cuanto David tuvo la edad suficiente, consiguió un trabajo para ayudar a pagar los crecientes gastos de la casa. Su hermano mayor había hecho lo mismo, por lo que David ni siquiera consideró otra posibilidad.

Al poco tiempo, David ya no veía el sentido de ir a la escuela. No tenía amigos en la escuela y nunca había sido un gran estudiante. Lo más importante era trabajar para ayudar a su familia.

Cuando su hermano mayor cumplió 18 años, se mudó, dejando a David solo con su madre.

Sin la ayuda de su hermano, David empezó a tener más dificultades. Por mucho que trabajara, era imposible pagar las cuentas. Él y su madre seguían mudándose de un apartamento sucio a otro. David estaba más desanimado que nunca. Sabía que algo tenía que cambiar.

Un día, después de trabajar, se detuvo en la biblioteca de camino a casa y buscó en Internet algo que pudiera ayudarlo. Y entonces encontró Mercy Home.

David no estaba seguro de que pudiéramos ayudarlo, pero estaba tan desesperado que decidió contactarnos. David se sorprendió gratamente al descubrir que Mercy Home era exactamente lo que necesitaba. Mis compañeros de trabajo le explicaron que podíamos brindarle un lugar seguro y limpio para dormir y tres comidas al día. En nuestro hogar, ya no tendría que asumir las cargas de la edad adulta mientras era solo un niño.

Pero David estaba preocupado por su madre. Sin él, no sabía cómo sobreviviría. Pero mis compañeros de trabajo le explicaron que también podíamos brindarle apoyo a su madre, incluidas comidas y apoyo terapéutico.

Satisfecho de que su madre estaría bien cuidada, estaba listo para mudarse. Inmediatamente regresó a la escuela y trabajó duro con sus tutores para ponerse al día.

Con ese apoyo adicional, se dio cuenta de que la escuela era algo que disfrutaba—¡y ya está pensando en ir a la universidad!

Y, por primera vez, David pudo hacer amigos y sentirse realmente parte de un hogar seguro, estable y lleno de amor. Después de toda una vida de lucha y supervivencia, por fin puede salir adelante.

Gracias por brindarles a niños como David una segunda oportunidad de tener éxito y un futuro más brillante. Tus oraciones y apoyo brindan a nuestros jóvenes la oportunidad de superar incluso las circunstancias más difíciles de la vida y disfrutar de la seguridad de un hogar lleno de amor.

Ten en cuenta: Nos preocupamos profundamente por proteger la privacidad de nuestros niños, los nombres y ciertos detalles de identificación en esta historia se han cambiado.