Reflexiones del P. Scott – Difundir la palabra

Octubre 13, 2021

Hace varios meses, una querida amiga mía sufrió una grave caída y se rompió una pierna. Necesitaba una cirugía en la pierna rota y pasó bastante tiempo en el hospital. Esta mujer es tan rápida como un látigo—tanto en la mente como en el cuerpo— por lo que era difícil ver a alguien por lo general tan lleno de vida luciendo tan indefenso. También estaba, comprensiblemente, frustrada por no poder hacer las cosas que normalmente hacía. Una de estas cosas fue asistir a misa los domingos por la mañana con su familia.

Por supuesto, siendo amiga mía y teniendo algunos amigos que tienen una salud más frágil, ella sabía sobre la Misa Dominical en Mercy Home. Pero nunca se le ocurrió verlo ella misma y participar en la Misa a través de nuestra transmisión hasta su accidente.

Ella compartió conmigo que la primera mañana que compartió nuestra celebración como feligrés de las ondas de radio, yo fui el celebrante. La hizo extremadamente feliz al ver un rostro familiar. “¡Sentí que asistía a misa en persona porque vi tu cara!” ella me dijo.

A medida que avanzamos hacia los meses más fríos del año, sé que será cada vez más difícil para muchos de los enfermos y ancianos de nuestra comunidad salir de casa, al igual que fue difícil para mi amigo.

La buena noticia es que la misa dominical en Mercy Home se transmite todas las semanas, independientemente del clima. Es una comunidad tan maravillosa de personas que se unen para adorar cada semana. Estoy orgulloso de decir que toca miles de vidas. Por eso es tan importante lo que hacemos—proporcionamos un vínculo tangible con la comunidad católica local. Trae mucho consuelo a aquellos que dependen de nuestra Misa como alimento espiritual, ya sea solo por una temporada o durante todo el año.

Sabiendo esto, debo pedirte un favor. Si conoce a alguien que podría beneficiarse de nuestra misa televisiva en los próximos meses de invierno, cuéntele sobre nosotros. Nuestro ministerio existe con un propósito: llevar la Eucaristía a las vidas de aquellos que no pueden asistir a Misa en sus parroquias.

Por favor, manten en tus oraciones a nuestros hermanos y hermanas en Cristo que se unen. Espero que te brinde consuelo saber que yo, junto con toda la familia de Mercy Home, también te mantenemos en nuestras oraciones. Gracias por ser parte de esta comunidad especial.