Simón Encuentra Esperanza

El último recuerdo que Simon tiene de su padre fue en su sala de estar cuando tenía 14 años, la lámpara iluminaba un suave resplandor naranja por la mañana. Su padre había estado en un hospicio durante 16 semanas. Simon recuerda el olor, cómo el aire primaveral de una ventana abierta se mezclaba con el aroma del dolor y la desesperación.

Cuando Simon tenía 12 años, a su amado padre le diagnosticaron cáncer de páncreas en etapa cuatro. Lo llamaron un asesino silencioso, ya que su padre no había notado ningún síntoma además de estar particularmente letárgico después de que él y Simon jugaran a la pelota en el jardín o pasaran un día trabajando en el césped de la familia.

La noticia fue devastadora, ya que Simon había amado profundamente a su padre durante toda su vida.

Después del diagnóstico de su padre, Simon sintió que el peso del mundo se derrumbaba. Sin su madre en su vida y gran parte de su familia extendida viviendo lejos, sintió que ya no tenía una base estable. El padre de Simon era su faro. Su campeón Pero a medida que la enfermedad de su padre se propagó, también lo hizo la angustia de Simón.

La mañana en que murió su padre, Simon no tardó mucho en comprender lo que ese momento significaría para él por el resto de su vida.

“Sabía que nada sería igual,” dijo. “Me sentí tan perdida. Sabía que estaba perdiendo a mi papá.”

En medio de su tremendo dolor, un consejero de la escuela secundaria de Simon en el suroeste de Chicago le habló sobre Mercy Home. Simon, sin embargo, era reacio. Para él, parecía demasiado bueno para ser verdad.

“Había perdido la fe en que me pasaría algo bueno después de perder a mi padre,” dijo. “Y si lo hiciera, no importaría porque él no estaba allí para celebrarlo conmigo.” Aún así, después de mucha deliberación con su familia, Simon empacó sus cosas y se mudó a Mercy Home. Estaba desesperado por que el último recuerdo de su padre no lo persiguiera más. Aún así, el dolor de Simón se manifestó en una profunda depresión durante sus primeros meses en nuestro Hogar. Rara vez estaba motivado para hacer la tarea, disfrutar de las actividades grupales o incluso terminar algunas de sus comidas. Sin embargo, según Simon, fue en la comunidad y la familia recién descubierta en Mercy Home lo que lo inspiró a comenzar a levantarse de la cama por la mañana.

“Ver a otras personas que también habían perdido a alguien todavía entusiasmadas con la vida fue revelador,” dijo. “Me hizo apreciar el tiempo que pasé con él.”

A medida que comenzó a entablar relaciones íntimas y a apoyarse en lo que había aprendido en la terapia, las nubes de su depresión se desvanecieron como el final de una tormenta de verano. La gente comenzó a notarlo: en particular, uno de sus maestros en la escuela.

“Mi profesor de ciencias me hizo a un lado un día para decirme que mi papá estaría orgulloso de lo bien que lo estoy haciendo ahora,” dijo Simon. “Ahora, cada noche que me acuesto en Mercy Home, sé que estoy en un lugar donde mi papá estaría orgulloso.”

Amigos, su apoyo es invaluable para ayudarnos a defender a niños como Simon. Gracias por su fe inquebrantable, porque nos permite convertir historias de consternación en historias de triunfo para los niños de hoy y para las generaciones venideras.

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