July 30, 2024

Muchos de los jóvenes de Mercy Home vienen de hogares donde recibieron poco apoyo y orientación. Puede resultar difícil de creer, pero hay muchos padres que no están muy interesados ni involucrados en la vida de sus hijos. Este fue el caso de una de nuestras jóvenes, Isabelle.

Isabelle estaba acostumbrada a cuidar de sí misma. Su madre estaba en la escuela secundaria cuando Isabelle nació y mostró poco interés en ser madre. Cuando no estaba trabajando, solía salir con amigos o con hombres con los que salía. Isabelle sentía que, como mucho, era una molestia para su madre.

Como resultado, Isabelle sabía que nunca podría depender realmente de su madre. Aprendió a una edad muy temprana a hacer todo, desde prepararse la comida hasta lavar la ropa y trasladarse a la escuela. Su madre nunca la ayudó con sus tareas, ni la llevó a lugares divertidos como el parque o el cine, ni la arropó en la cama por la noche.

Cuando Isabelle empezó la escuela secundaria, era casi totalmente autosuficiente. Había empezado a encargarse de la mayoría de las cosas de la casa, incluso de pagar las facturas y hacer las compras. La falta de implicación y la inmadurez de la madre de Isabelle habían sido algo con lo que Isabelle había tenido que lidiar desde que era niña; nunca pensó que las cosas pudieran ser de otra manera.

A pesar de las muchas responsabilidades que tenía sobre sus hombros, Isabelle seguía destacando en la escuela y era muy querida entre sus compañeros. A veces se sentía abrumada por las tareas del hogar o triste por la falta de interés de su madre en su vida, pero intentaba no dejarse abatir por ello.

Probablemente las cosas hubieran seguido así hasta que Isabelle se graduara de la escuela secundaria, pero todo cambió cuando el novio de su madre se mudó a su apartamento. Él y su madre peleaban constantemente y, a veces, las peleas se volvían físicas. Cuando el novio de su madre comenzó a comportarse de manera inapropiada con Isabelle, Isabelle decidió que ya había tenido suficiente de vivir bajo el techo de su madre.

Comenzó a investigar otras opciones en Internet. Cuando encontró el sitio web de Mercy Home, inmediatamente le llamó la atención. Después de comunicarse con nuestro departamento de admisiones y visitar nuestra residencia, Isabelle supo que Mercy Home era el mejor lugar para ella. Ella se mudó poco después.

Vivir en Mercy Home fue un gran cambio para Isabelle. No estaba acostumbrada a tener a alguien que estuviera pendiente de ella y que la obligara a seguir un horario específico. Tampoco estaba acostumbrada a tener a alguien que se preocupara por ella.

Con el tiempo, Isabelle empezó a prosperar en Mercy Home. Se hizo amiga de muchos de mis compañeros de trabajo y siempre me decía que le sorprendía que se preocuparan por ella. También se sentía aliviada de que se le quitaran de encima muchas cargas de adulta y de que ya no tuviera que encargarse de la gestión de una casa.

En muchos sentidos, Mercy Home realmente le devolvió a Isabelle su infancia. Por eso estoy tan agradecido a amigos cariñosos como tú, que nos permiten hacer posibles estos enormes cambios en las vidas de nuestros niños. Gracias, desde el fondo de mi corazón, por tu amistad.

Ten en cuenta: Nos preocupamos profundamente por proteger la privacidad de nuestros niños, los nombres y ciertos detalles de identificación en esta historia se han cambiado.